Un hombre. Una mujer. Quinientos y un días en una cápsula espacial. ¿Se seguirán hablando cuando regresen?
La Fundación Inspiración Marte intentará mandar en 2018 a dos personas (potencialmente, un matrimonio de mediana edad) al espacio en una cápsula que pasaría a 160 kilómetros de Marte.
Aunque aún no se ha iniciado un proceso de inscripción formal, los creadores de la iniciativa ya están recibiendo aplicaciones e ideas de personas interesadas, dijo Jane Poynter, presidenta de Paragon Space Development Co., empresa que actualmente está desarrollando tecnologías para la misión.
De materializarse esta misión a Marte, ¿quiénes serían estos aventureros del espacio? ¿Cómo se llevarían entre sí? En realidad, nadie lo sabe.
¿Quién debería ir?
Según Poynter, un riguroso proceso de selección será llevado a cabo para elegir a los tripulantes. Un hombre y una mujer serán elegidos para “representar a la humanidad”, dijo; se prefiere un “matrimonio”, aunque no es requisito.
“Quieres asegurarte de que la relación entre las dos personas sea sólida, que sepan resolver sus diferencias tras una pelea”, aseguró Poynter.
Poynter dijo que a ella y a su esposo Taber MacCallum, CEO de Paragon, les intriga la idea de ser los pioneros que participen de la misión. Cuentan con un antecedente valioso: a principios de los 90 pasaron dos años junto a otras seis personas dentro de Biosphere 2, una planta de investigación en Arizona.
Amigos que se conocen desde hace años o hermanos que tengan una buena relación y se sientan cómodos al pasar mucho tiempo juntos también serían aptos para esta situación, sostuvo Jason Kring, profesor adjunto de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, que no está implicado en la misión.
“Pero hay evidencias de ambientes extremos de la Tierra que apoyan la idea del matrimonio”, indica Lawrence Palinkas, académico de la Universidad del Sur de California que ha estudiado a más de mil estadounidenses que han pasado inviernos en la Antártida.
Según los estudios de Palinkas, los individuos más estables y aquellos con las relaciones más estables son las parejas casadas de mediana edad.
Cuestiones de salud también favorecen esta opción. Las personas mayores tienen menos tiempo de vida ante un potencial cáncer por radiación espacial. La radiación también está asociada a la infertilidad, por lo que la pareja elegida no debería buscar tener niños después de la misión.
Un tiempo prolongado lejos de la familia y de los amigos puede ser una fuente de mucho estrés para personas en aislamiento, dijo Palinkas. Tener un confidente, alguien cercano, en el espacio permitiría compartir las experiencias del día a día con alguien que aman y en quien confían.
La astronauta Cady Coleman, con más de cuatro mil horas en el espacio, coincide: “Creo que sería grandioso poder compartir ese tiempo con la personas que amas”.
¿Se llevarán bien dos personas?
Cualquier molestia que en la Tierra sería fácilmente olvidada ha de magnificarse en un espacio confinado durante 501 días. Incluso en una relación marital saludable, dijo Palinkas.
Nadie sabe con precisión cuántas personas deberían participar de una misión así, pero Peter Suedfeld, profesor emérito de la Universidad de Columbia Británica, se muestra escéptico sobre llevar apenas dos personas. Cree que uno padecerá si el otro no está emocionalmente disponible. Sobre las relaciones sexuales en el espacio, “existen rumores pero nunca han sido oficialmente reconocidas”, dijo Suedfeld.
“Cuando los dos están muy estresados, y estas personas tendrán el mismo nivel de estrés, cada uno querrá el apoyo emocional del otro y difícilmente lo reciba”, agregó Suedfeld.
Según su criterio, es mejor tener un equipo con algún grado de diversidad, sin que predominen experiencias o nacionalidades. “La Estación Espacial Internacional suele tener una tripulación de seis personas y así parece funcionar bien”, indicó.
Existen otros desafíos: si una de las personas llegara a enfermarse, el otro tripulante debería asumir todas las funciones para que el vehículo continúe operando, dijo Kring.
Ahora, que dos personas quieran seguir juntas después de 501 días en el espacio, nadie lo sabe, dicen los expertos.
Dificultades psicológicas
Los científicos no tienen información sobre misiones a Marte, pero situaciones de aislamiento o encierro en la Tierra nos dan algunas pistas sobre lo que podría suceder.
En el experimento Mars500, una colaboración entre las agencias espaciales rusa, europea y china, una tripulación de seis hombres fue encerrada en una cámara cerca de Moscú durante 520 días para simular un viaje a Marte. Los individuos no recibieron comida ni aire fresco ni pudieron ver la luz del sol.
Un estudio reciente halló que la mayoría de los miembros del equipo experimentaron problemas de sueño que luego supieron resolver.
En sus estudios sobre la Antártida, Palinkas y sus colegas encontraron que en un grupo psicológicamente saludable, un 5% de las personas experimentaron síntomas de problemas psicológicos que incluían depresión, ansiedad, abuso de sustancias y trastornos de sueño.
Sin embargo, para la mayoría de las personas resulta beneficioso participar en la experiencia, dijo. “El aumento de sentimientos como la autoconfianza, la eficacia, la idea de que si pueden con esto, pueden hacer cualquier cosa”, agregó.
El aburrimiento
“Debemos elegir personas alegres y optimistas ante la adversidad”, dijo Poynter.
Los astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional suelen disfrutar la vista privilegiada que tienen de la Tierra. El astronauta canadiense Chris Hadfield tiene una cuenta en Twitter a la que sube extraordinarias fotografías del planeta.
Pero una pareja que se aproxime a Marte verá cómo la Tierra desaparece hasta ser apenas un punto más en el solitario espacio.
“Creo que habrá una sensación de separación que nunca nadie ha experimentado”, indicó Suedfeld.
También pesará la demora en las comunicaciones. Un mensaje puede tardar hasta 40 minutos en viajar hasta la Tierra y regresar, y habrá momentos en que la comunicación con la base sea imposible.
Una solución al aburrimiento podría ser la liberación de entretenimiento cada tanto tiempo. En otras palabras, que películas y música solo puedan ser “desbloqueadas” al pasar un determinado tiempo, de modo que la pareja no consuma todos los contenidos inmediatamente. Poynter dijo que la tripulación de Biosphere 2 creó música utilizando sonidos de animales y maquinaria de la cámara. Crear música y leer también serían opciones para el viaje a Marte, aseguró.
Eventualmente, se presume que podrán ver a Marte. Serían las primeras personas en ver al planeta rojo.
Otros temas de salud
Además de factores mentales, las diferencias de gravedad presentan una serie de desafíos fisiológicos que no son fácilmente simulados en la Tierra. Hay evidencia de que el sistema visual puede ser dañado y que los huesos y músculos se debiliten, aseguró Kring.
Todavía no se sabe de qué manera enfrentarán estos asuntos los elegidos para la misión. Una misión que se prevé salga al espacio en enero de 2018.
“Apoyo totalmente esta iniciativa y soy un gran promotor de que el hombre llegue al espacio, pero me pregunto si todo esto podrá ser resuelto en apenas cinco años”, concluyó Kring.
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