El cantante canadiense Justin Bieber fue el objetivo de un complot por encargo de un prisionero que pretendía acabar con su vida, tras castrarlo en primer lugar, durante uno de sus conciertos en Nueva York, comunicó este jueves la policía.
Dana Martin, de 45 años, que cumple una pena de cadena perpetua por un asesinato en Nuevo México (suroeste de Estados Unidos), reconoció haber elaborado este plan con la complicidad de un excompañero de celda, Mark Staake, de 41 años, y de un sobrino de éste, Tanner Ruane, de 23 años.
Ruane debía utilizar unas tijeras de podar para cortarle los testículos a Justin Bieber, y ganar 2.500 dólares por cada testículo llevado a su socio
Sin embargo, el arresto inesperado de Staake por un guardia fronterizo en Vermont (norte del país) echó por tierra sus planes.
Según el proceso verbal de la policía del estado de Nuevo México, al que ha tenido acceso la AFP, Martin admitió que sus dos cómplices debían acabar con Justin Bieber y su guardaespaldas estrangulándoles a mitad de noviembre en Nueva York, poco después de haber matado a dos otras víctimas que no tenían ninguna relación con el cantante en Vermont.
El preso explicó el modus operandi que afectaría a las dos primeras víctimas no identificadas, pero precisó que Bieber era el “objetivo final”.
Según este documento, Ruane debía utilizar unas tijeras de podar para cortarle los testículos a Justin Bieber, y ganar 2.500 dólares por cada testículo llevado a su socio. Un instrumento para cortar rosas fue encontrado en su coche durante el arresto. Por su parte, Staake estaba encargado de estrangular a la estrella con una corbata.
Martin explicó las razones de su proyecto por la gran notoriedad de Bieber y por la decepción que sentía ahora por el cantante de 18 años, de quien se había tatuado su imagen en la pierna. Asimismo, el recluso precisó a la policía que había intentado ponerse en contacto en repetidas ocasiones con la estrella, pero que nunca había recibido respuesta.
El prisionero hizo referencia a su rabia, así como su impresión de que no era “nadie” en la cárcel, como motivación para organizar el secuestro y después la muerte de la estrella. Si hubiera logrado su plan, esperaba con ello atraer la atención hacia su persona.
“Tomamos todas las precauciones para asegurar la protección y la seguridad de Justin y de sus fans”, declaró por su parte el agente de Justin Bieber, en un comunicado.
Los tres hombres debían ser inculpados de complot para una tentativa de asesinato, así como intento de “asalto agravado con arma mortal”. El tribunal de Las Cruces en Nuevo Mexico emitió un mandato de arresto para los dos cómplices de Vermont y del estado de Nueva York donde fueron encarcelados, precisó a la AFP Robert McDonald, portavoz de la policía del estado.
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