En una medida que ha sido calificada por las autoridades cubanas como un proceso de depuración de la cultura nacional, el Instituto Cubano de la Música (ICM) anunció que sancionará a los intérpretes de temas musicales vulgares o que violen la ética, así como a quienes permitan su difusión.
“El ICM y su sistema de instituciones ha adoptado medidas que van desde la descalificación profesional de aquellos que violen la ética en sus presentaciones hasta la aplicación de severas sanciones a quienes, desde las instituciones, propicien o permitan estas prácticas”, declaró Orlando Vistel, presidente del ICM, al diario oficialGranma.
El anuncio, según las autoridades, pondrá especial énfasis en la erradicación de cualquier práctica que, por su contenido, se aparte de la legitimidad de la cultura popular cubana.
Las medidas estarán enmarcadas en una ley que se prevé estará lista en el corto plazo.
“Esta ley deberá regir los usos públicos de la música, en un espectro que cubra los medios de difusión, las programaciones recreativas, las fiestas populares y la ambientación sonora de lugares públicos”, precisaron las autoridades.
Lo que no queda claro es cómo se medirán los “excesos” musicales y de contenido para sanear el mercado de la música local.
El periodista independiente Reinaldo Escobar dijo desde La Habana que el tema no es sólo controversial sino también delicado. En ese contexto explicó que la historia ha demostrado que todo lo que se prohíbe en un país con limitaciones termina siendo más apetitoso para el común de la gente.
“Es la misma cosa de siempre. Recordemos que cuando empezó a tomar fuerza el turismo en la década de los 90’s había un hueco en la música y ese agujero comenzó a llenarse a toda velocidad”, dijo Escobar a El Nuevo Herald. “Hubo un desplazamiento de la música y, al abrirse la compuerta, entró de todo, incluyendo el reggaetón, que tiene enemigos y adictos”.
El año pasado los organizadores de un festival de música al aire libre en Cuba que atrae a miles de jóvenes y que fue descrito por un bloguero independiente como “cabeza de playa de una libertad inimaginable" denunciaron que el gobierno estaba “secuestrando” el evento. Asimismo se quejaron por el hecho que las autoridades cubanas presionaban para que no se presentara determinado grupo en el festival “y a cambio cooperaban”.
El cerco sobre la música también ha resultado en condenas de cárcel. Incluso ha provocado protestas callejeras de los propios músicos involucrados.
Hace dos años los hermanos Marcos y Antonio Lima Cruz fueron detenidos en la ciudad oriental de Holguín bajo cargos de crear escándalo público con la música del dúo Los Aldeanos. El dúo ataca a menudo al régimen comunista con un lenguaje directo y crudo.
En La Habana el grupo de rock Porno para Ricardo, famoso por sus canciones y declaraciones anticastristas, protagonizó una encendida protesta en diciembre del 2011 desde el balcón de un apartamento. La protesta ocurrió luego de que las autoridades le negaran el permiso para realizar un concierto.
El grupo Porno para Ricardo se ha dado a conocer nacional e internacionalmente por las audaces y a menudo soeces letras de sus canciones contra las autoridades. De hecho, son los únicos que han dado a conocer canciones donde aluden en franca burla a Fidel y Raúl Castro.
Vistel dijo que el ICM está enfrascado en un proceso de depuración de los catálogos artísticos con el propósito de erradicar cualquier práctica que por su contenido “se aparte de la legitimidad de la cultura popular cubana”.
Según el funcionario se trata de “textos agresivos y sexualmente explícitos, obscenos y que tergiversan la sensualidad consustancial a la mujer cubana”.
La “descalificación profesional” significa que el músico sancionado perderá su “aval” o licencia para ejercer su arte en la isla y realizar presentaciones.
El joven opositor Eliécer Avila dijo que en el debate es necesario definir lo que significa vulgaridad para las autoridades de la isla.
“Como es un tema tan relativo, y que me parece que no va a ser fácil escribirlo en leyes, creo que esto va a pasar por la libertad de expresión”, sostuvo Avila en una entrevista desde La Habana con El Nuevo Herald. “Sancionar y aplicar medidas no solucionarán el tema. Si se quiere elevar el nivel hay que crear las bases para un sistema educativo eficiente y abierto”.
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