El legendario músico Paul McCartney, decidió animar a los transeúntes de la ciudad de Nueva Orleans tocando algunos de los éxitos más emblemáticos de los Beatles en la red de transporte público.
Armado únicamente con su guitarra, el cantautor desplegó todo su talento en uno de los clásicos tranvías de la localidad pero, durante unos minutos, pasó desapercibido por los pasajeros del vagón al ser confundido con un mero cantante aficionado.
“Este tipo se montó en el tranvía y empezó a cantar canciones de los Beatles, como hacen muchos otros músicos en busca de dinero. Todo el mundo lo ignoró, sin percatarse de que Paul McCartney les estaba dedicando un concierto en exclusiva”, relató Robert Senft, uno de los afortunados viajeros, al diario Daily Mirror.
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