Una juez federal de Estados Unidos ordenó a las empresas de tabaco admitir públicamente, a través de anuncios y advertencias en el paquete, que han engañado a los consumidores estadounidenses durante décadas sobre los peligros de fumar.
La juez federal Gladys Kessler emitió su fallo este martes en uno de los pasos legales más recientes que establece responsabilidad en la acusación del gobierno de mucho tiempo contra los fabricantes de cigarrillos.
“Asegurando que los consumidores saben que (las empresas de tabaco) han engañado al público en el pasado en el tema del fumador pasivo además de poner adelante el hecho de que existe un consenso científico en este tema”, dijo Kessler, “los acusados serán menos propensos a intentar discutir en el futuro que este consenso no existe”.
Otras demandas sobre las etiquetas de cigarrillos están pendientes en la corte federal, parte de un esfuerzo federal y estatal de dos décadas para forzar a las empresas de tabaco a limitar su publicidad, y resolver miles de millones de dólares en demandas estatales y privadas sobre los peligros en la salud por fumar.
La juez, hace seis años, concluyó que las empresas de tabaco eran culpables de crimen organizado, y ordenó que pusieran etiquetas de advertencia y otro lenguaje en su marketing.
La litigación había sido bloqueada durante años sobre el texto de estas etiquetas, pero Kessler dijo este martes que el lenguaje impulsado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos era objetivo.
Se ordenó colocar “declaraciones correctivas” en cinco áreas diferentes, incluyendo: “Fumar es altamente adictivo. La nicotina es la droga adictiva en el tabaco” y “Cuando fumas, la nicotina en realidad cambia el cerebro; es por esto que dejarlo es tan difícil”.
Otro mensaje bajo mandato dice: “Una corte federal dictaminó que las empresas de tabaco acusadas deliberadamente engañaron al público estadounidense sobre el diseño de cigarrillos para mejorar la distribución de nicotina, y ordenó a esas empresas a hacer esta declaración. Aquí está la verdad: fumar mata, en promedio, a 1.2000 estadounidenses cada día”.
Otras áreas tratan sobre los peligros de ser fumador pasivo, y los falsos beneficios de los llamados cigarrillos “bajos en alquitrán” y “leves” comercializados por empresas que incluían a Philip Morris (un subsidiario de Altria Group, Inc.) y R.J. Reynolds Tobacco Co., y Lorillard Tobacco Co.
Un tribunal federal de apelaciones rechazó en agosto el mandato del gobierno hacia las empresas de tabaco para colocar separadamente imágenes gráficas en sus productos advirtiendo los peligros de fumar, con la mayoría diciendo que los requerimientos eran una violación a la libertad de expresión. Esas imágenes hubieran incluido un cadáver y pulmones infectados por el humo.
No fue claro si las empresas de tabaco apelarían a esta reciente derrota legal ante un tribunal de apelaciones estadounidense. No hubo reacción inmediata del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
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